Crimen de Fago, ¿con usted qué hago?

Ocurre siempre que cuando mencionan nuestra pequeña ciudad en los telediarios nacionales nos produce una extraña sensación, como si de repente quien presenta las noticias nos hablase directamente a nosotros; la imaginación hace el resto y hasta creemos que han dicho nuestro nombre, seguido de "sí, sí, contigo hablo, el de esa ciudad recóndita y desconocida". Como no podía ser de otra manera, desde la semana pasada Huesca ha saltado al primer plano de la actualidad por la celebración (¿por qué se dice "celebrar" cuando es obvio que de festivo no tiene nada?) del juicio a Santiago Mainar, único acusado por el crimen de Fago.

Hace casi ya 3 años, en aquel frío invierno de 2007 (no recuerdo si fue muy frío, pero la retórica me obliga a poner "frío" antes de "invierno"), el Pirineo aragonés salió en todos los medios de comunicación sin que se hablara de la poca nieve que había o del mal estado de las carreteras con Francia. El alcalde de Fago, Miguel Grima, aparecía asesinado a las afueras del pueblo y enseguida todos los (pocos) habitantes del pequeño municipio se convertían en sospechosos y foco de la atención de los medios. Santiago Mainar era detenido poco después por la Guardia Civil y en su declaración confesó ser el autor de los disparos que acabaron con la vida de Grima.

No hace falta recordar que ese mismo verano, el ingenio macabro y el humor más negro que caracteriza nuestra esencia montañesa creó perlas de la cultura popular como: Alcalde de Fago, ¿con usted qué hago?, Santiago Mainar inocente, Óscar Lamora culpable (el autor material e intelecual del cartel con el famoso conejo) o la al-borde-del-delito Santiago Mainar: aún te queda Elboj. Todas estas frases fueron escuchadas en alguna ocasión durante el San Lorenzo de ese año. Se ve que salir en las noticias nos excita y altera demasiado. No seré yo el hipócrita que niegue haberse reido con dichas frases y la consiguiente retahila de chistes al uso. Es la condición humana, frivolizar hasta del más oscuro de los acontecimientos.

El caso está visto para sentencia y en breve se conocerá la condena de Santiago Mainar. Al parecer, psiquiatras consultados durante el proceso han dicho que la declaración y autoinculpación de Mainar corresponde a su personalidad narcisista y a un trastorno psicótico, aunque no se cree que esto vaya a influir mucho en la decisión final del juez. Ojalá todos los corruptos de este país sufrieran un ataque de narcisismo y se declararan culpables de una vez. Y esto no pretende ser demagogia, es expresión de rabia de un ciudadano harto de casos de corrupción impunes que nada tiene que ver con lo de Fago, pero bueno en algún lado quería ponerlo.