Conforme se va acercando el último día de campaña, más desesperadamente optimistas, se van volviendo las propuestas y los eslóganes improvisados de cada partido. O así me lo parece por las noticias que voy leyendo. Parece que de súbito les haya entrado aún más ansiedad de proponer cosas y de ensalzar los programas respectivos. Es normal, mañana ya el último día que las calles serán el campo de batalla de la campaña electoral, y parece ser que todo acabará en una noche de fiesta política y jolgorio musical, al menos por parte de un par de partidos. El sábado todo estará supuestamente calmado, uno podrá salir de casa tranquilamente y pasear para aclarar las ideas (si hace buen día). El domingo por la mañana el esfuerzo por parte de unos de convencer, y de otros de elegir por quienes apostar, será finalmente valorado.
Que no se abrume nadie con esta ventolera final. Es el domingo cuando somos nosotros los que decidimos definitivamente. Resulta importante el voto, sea nuestra elección la que sea. Es el momento más propicio para meter en el sobre de votaciones nuestra consideración, y cuente, repercuta, aunque sea con una fuerza mínima. Queremos animar desde este blog a que se vote; sea a quien sea, sea en blanco, pero que sea; que el sobre con la voz de cada cual llegue a las urnas y se oiga en los recuentos. Aprovechemos este breve resquicio de tan relevante libertad política.
Nota: Varislav escribió esta entrada sobre la abstención hace un par de años, con ocasión de la votación a la Constitución Europea.
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