Hola muchachos. Casi me da reparos poner otro post, pues con este ya seran tres seguidos, pero resulta que me canso de esperar. Parece que esta muerto esto.¡Y eso si que no! Supongo (Espero que con certeza) que estais agobiados con exámenes. ¡Os deseo la mejor suerte!¡Os animo efusivamente para con vuestros estudios!¡Escribir un poco sobre lo que estudias, o aspectos llamativos o curiosos!
Esta mañana, mientras estaba caminando hacia Pianíssimo, he reparado en el día que hacía. Y lo he adjetivado como "día francés". El cielo estaba hosco, grisáceo y blanquecino, con nubes que no sabes ni donde empiezan, ni donde terminan, indefinidas. Soplaba un aire no del todo frío, se percibía de alguna manera cierta humedad ambiental; Había un tono borrascoso en las fachadas, el flujo de los coches no llamaba la atención, y de vez en cuando te sorprendías envuelto en un aroma de pan recién hecho que fugazmente dejaba paso al olor natural de la ciudad cosmopolita.
Después he salido de mi escondrijo musical, y no he desaprovechado la vuelta. He investigado los confines de la librería Alejandría. Aquella librería de estandartes de madera, repleta de libros viejos y usados, de segundas y terceras manos. La estufa móvil que estaba en el centro apaciguaba el frío, pero no callaba el indescriptible sabor de tantos tomos apretujados e insultantemente vivos tras tanto tiempo de olvido.
He escogido dos. Uno de ellos es especial. Pues es la primera vez que invito a casa a uno de Julio Cortázar. La anécdota que me llevó a comprarlo viene de tiempo atrás:
A las tantas de la mañana seguimos en el Rugaca, escuchando charlar a Carlos Castán, Bruno, y demás que estábamos en el corro entre la pared y la barra. Surge el tema literario. Acosaban con preguntas a Gema sobre que libros había tenido el gusto de leer. Castán, alto y esmirriado como es, dijo "¿Y te has leído..." en ese momento intentó ponerse de rodillas penosamente, con un arduo esfuerzo, agarrándose al taburete de Gema que estaba enfrente,resoplando, y tras un par de sonorísimos chasquidos en ambas rodillas a la vez, se postró y continuó..."a julio Cortázar?". Me resultó tan ocurrente, simpático y extraordinario (respetuoso) el gesto que me prometí leer obras de J.Cortázar (Rayuela, etc).
Así pues, llegué a casa con dos amigos más. Y esa fue la mañana. La tarde se pasó entre el entrenamiento y la cabezada siestera.
Un saludo vallisoletano.
¡Revivan amigos míos! ¡No se estresen!
Sean felices
Ric.
Comentarios que tuvo esta entrada:
Fecha: viernes, 04 de febrero de 2005
Hora: 15:59
Vael Shiren, 04/02/05.
Hola ante todo,
ya perdonarás esta demora en la participación del blog pero como bien has dicho los exámenes nos han dejado exhaustos.
Supongo que estabas que escribiese ahora algo... pues NO, ahora solo puede decir hasta luego
Un saludo Vael Shiren.
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Fecha: viernes, 04 de febrero de 2005
Hora: 17:34
Bueno, pues hasta luego Vael!
por lo menos has puesto un comentario. Veo que te acuerdas de como va esto. YIPI!
Saludos! YA volverán tiempos más fructíferos.
Salud!
Ric.
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Fecha: viernes, 04 de febrero de 2005
Hora: 20:48
Un gran saludo desde mi casa,
Es la primera vez que escribo y para empezar queria dar la enhorabuena a los artífices de esta estupenda pagina. Respecto a tu articulo solo decirte que el relacionar ese tipo de días con Francia también me suele pasar (El hecho de leer al sol un día sin sol suele agudizar el recuerdo) Tambien decirte que, si bien no conozco mucho a cortázar, he oído hablar muy bien de sus relatos.
Sin mas que añadir me despido esperando volver
Que vaya bien
(Topo?)
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Fecha: domingo, 06 de febrero de 2005
Hora: 20:21
saludos,
solo quería comentarte que yo también me encuentro muchas veces con días franceses y que de cortazar te he de recomendar los relatos, son muy buenos por lo que he oído, espero seguir echando palabras por aquí
hasta mas ver
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