Ya se empezaba a echar de menos a una de las más viejas amigas de la Hoya. Lleva ya varios días impidiéndonos disfrutar de las vistas desde el Cerro de San Jorge, aunque la panorámica que ahora se presenta también tiene su particular belleza; invita a disfrutar del reino del silencio y la calma. Hoy hubiera sido un buen día para subir a la torre de la Catedral.
Un día normal, desde esta posición, se debería ver la Estación Intermodal. Hoy la vista recuerda a cualquier videojuego de intriga. Parece que en cualquier momento fuese a aparecer por los tejados de las naves un espía enemigo.
3 comentarios:
Ciertamente, días de niebla,que hacen misterioso el ambiente. Pero tiene también su encanto... claro que en demasía, adormece y hastía. A ver si aprieta el frío la niebla a las cosas, para que se produzca ese sorprendente dorondón.
Saludos!
Hoy la niebla ha dejado paso a los termometros bajo cero.
Tengo los pezones como brocas del 12
Sí, jajaja. La verdad es que el invierno se ha acomodado de golpe. Ahora faltaría algo de nieve (tampoco mucha), que cuando nevó hace dos semanas yo andana por Zaragoza y me lo perdí.
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